Como afiliado debería saber que dichos estudios son una herramienta útil en la toma de decisiones de la Caja, ya que muestran la composición y las condiciones de los diferentes grupos que la integran.

Si bien La Caja tiene la obligación por Ley de hacer dicho estudio cada 5 años, el Directorio lo realiza en forma anual para llevar un control más preciso de la situación en general. Para ello se parte de tres bases:

1 – Demográfi­cos: Composición de la población bajo análisis (Agrimensores, Arquitectos, Ingenieros, Técnicos y sus familias) y la presunción de su evolución futura.

2 – Económicos – Financieros: Variables que condicionan el ­financiamiento presente y la probable evolución en el futuro.

3 – Biométricos: Para considerar la mortalidad, fecundidad, etc. Se emplean tablas que contemplan las probabilidades de ocurrencia de dichas contingencias o eventos.

 

El objetivo primordial de la valuación actuarial es:

a) Demostrar la solvencia a largo plazo de la Caja.

b) Conocer la situación de equilibrio.

c) Constatar si el sistema de fi­nanciamiento que se aplica y el nivel planificado para las aportaciones puede mantenerse en el mediano y largo plazo.

d) Analizar la evolución de la Caja.